El Juicio de los Siete de Chicago: Un Relato de Resistencia y Justicia
En 1968, la Convención Nacional Demócrata en Chicago se convirtió en el epicentro de intensas protestas contra la Guerra de Vietnam, donde miles de manifestantes se congregaron para exigir el fin del conflicto. Este ambiente de resistencia y clamor por la paz fue empañado por la brutal represión policial y los subsecuentes disturbios que llevaron a la histórica formación del grupo conocido como los Siete de Chicago.
Originalmente, el grupo era conocido como los Ocho de Chicago, incluyendo a figuras prominentes como Abbie Hoffman, Jerry Rubin, David Dellinger, Tom Hayden, Rennie Davis, John Froines, Lee Weiner y Bobby Seale. Estos activistas fueron acusados de conspiración e incitación a la violencia tras los sucesos de la convención. Sin embargo, el juicio rápidamente se convirtió en un símbolo de la lucha contra la injusticia y la represión del gobierno.
El proceso judicial, que comenzó el 24 de septiembre de 1969, fue marcado por una evidente parcialidad del juez Julius Hoffman, quien mostró una hostilidad particular hacia Bobby Seale, miembro del Partido Pantera Negra. Sin representación legal adecuada, Seale fue sometido a un trato degradante, siendo amordazado y encadenado en la sala del tribunal tras enfrentarse verbalmente al juez. Este acto de represión fue tan flagrante que la fiscalía solicitó la nulidad del juicio para Seale, lo cual fue concedido, pero no sin antes condenarlo a cuatro años de prisión por desacato al tribunal, una sentencia que luego sería revocada.
El juicio continuó con los siete restantes, quienes, bajo la defensa de William Kunstler y Leonard Weinglass, transformaron el tribunal en una plataforma de resistencia. Abbie Hoffman y Jerry Rubin, cofundadores del Youth International Party, se mofaron de las formalidades judiciales apareciendo en toga de juez y cuestionando las normas establecidas. La defensa llamó a testificar a prominentes figuras de la contracultura como el cantante Arlo Guthrie y el escritor Norman Mailer, utilizando el juicio para difundir sus ideas.
El 18 de febrero de 1970, el jurado declaró a los siete no culpables de conspiración, aunque cinco fueron condenados por cruzar fronteras estatales con la intención de incitar a la violencia, recibiendo penas de cinco años de prisión y multas de 5,000 dólares. Sin embargo, en 1972, la Corte de Apelaciones para el Séptimo Circuito revocó estas condenas debido a la evidente parcialidad del juez y la negativa a permitir que los abogados de la defensa interrogaran adecuadamente a los posibles miembros del jurado sobre sus prejuicios culturales.
Este juicio histórico fue inmortalizado en la película de 2020 “El juicio de los 7 de Chicago”, dirigida por Aaron Sorkin. La película, que originalmente iba a ser dirigida por Steven Spielberg, sufrió retrasos y cambios debido a la huelga de guionistas de 2007 y problemas presupuestarios. Finalmente, Sorkin asumió la dirección y el rodaje se realizó en 2019. Aunque estaba planeada para estrenarse en cines, la pandemia de COVID-19 llevó a que se estrenara en Netflix el 16 de octubre de 2020, recibiendo críticas positivas y seis nominaciones al Óscar.
La narrativa cinematográfica revive la resistencia y el coraje de los acusados frente a un sistema judicial sesgado. La actuación de figuras como Sacha Baron Cohen y Eddie Redmayne destaca en un elenco que representa la lucha de los activistas por la justicia y la paz. A través de esta obra, se recuerda no solo un capítulo oscuro de la historia estadounidense, sino también la persistencia del espíritu humano frente a la adversidad.