Ya No Estoy Aquí: La Contracultura y la Soledad
En 2020, en plena pandemia mundial Netflix, estrenó una película del director mexicano Fernando Frías, una obra que seguramente será recordad como un clásico de culto de la misma altura que Solo con tu pareja, Amarte duele, o Amores perros. Hablamos de Ya no estoy aquí, ambientada a finales de la decada de los 2000 en Monterrey durante la llamada guerra contra el narcotráfico en México. Cuenta la historia de Ulises, un adolescente de 17 años que ama con el alma las cumbias rebajadas, y es miembro de una clica llamada Los Terkos, una pandilla parte de la contracultura llamada Kolombia.
Argumento
En uno de los barrios más violentos y marginados de Monterrey, Nuevo León, vive Ulises un chico de 17 años junto a sus amigos Chaparra, Negra, Pekesillo, Jeremy y Sudadera. Son amantes de las cumbias colombianas rebajadas, que se llaman así por tener la particularidad de que, en edición bajan el tempo de las canciones, lo que hace que los intrumentos (trompeta, acordeon, caja, guacharaca) tengan un sonido más profundo, y las voces sean más graves.
Ellos asisten a bailes populares donde DJ´s reproducen estas canciones, y bailan de la misma forma que lo hacían los esclavos africanos durante la época de la conquista (que bailaban encorvados debido a las cadenas que ataban sus pies y manos). Su vestimenta tumbada, se caracteriza por la unión de la cultura estadounidense y mexicana; utilizan hoodies de talla extragrande, tenis converse, paliacates, jerseys talla extragrande, y pantalones de la misma talla, también se hacen rayos en el cabello y lo peinan con gel, además que están completamente rapado de los laterales.
Se vive la llamada guerra contra el narcotráfico, y los Terkos están en medio de ese enfrentamiento entre pandillas como lo son Los F y Los Pelones, pandillas de cholos del barrio. Un día la polícia detiene a uno de los miembros de Los F, y en medio de la trifulca uno de los amigos de Ulises le roba los tenis al pandillero, junto con una radio. Los chicos juegan con la radio sin saber que tenía un rastreador, lo que provoca que miembros de Los F asesinen a algunos Pelones. Ulises presencia el suceso lo que hace que uno de los sobrevivientes del ataque culpe a Ulises por eso, amenazandolo a él y a su familia. Ellos huyen y mandan a Ulises de forma ilegal a los Estados Unidos llegando a Jackson Heights en Queens, Nueva York.
La vida de un inmigrante
En Estados Unidos, Ulises vie y trabaja con un grupo de jornaleros mexicanos que lo discriminan por su forma de vestir, por sus gustos musicales y su falta de dominio del ingles. Una noche Ulises se defendie lo que provoca que entre todos sus roomies lo golpeen. Ulises se queda sin techo y sin trabajo, lo que lo obliga a entrar a escondidas a un cuarto de azotea del abuelo de Lin, una chica china que queda fascinada con Ulises y su cultura, permitiendole vivir con él. Ulises entra en un estado depresivo porque extraña a su familia, amigos y hogar, además de que se entera de que uno de sus mejores amigos se ha vuelto sicario para el narco.
Ulises es deportado después de haber sido encontrado dormido en la calle. Regresa habiendo cambiando su forma de vestir, y se da cuenta de que sus amigos también abandonaron la cultura Kolombia. El amigo que se había pasado para el narcotráfico ha sido asesinado y Ulises asiste al entierro. Al final Ulises se encuentra en un cerro bebiendo cerveza con un vagabundo del barrio, cuando ve a lo lejos como un grupo de choque pelea contra la policía en la carretera. Ulises calla el ruido de la trifulca con sus audífonos mientras escucha la versión rebajada de Quiero decirte hoy. La batería de su MP3 se acaba y Ulises queda empequeñecido ante el caos de la violencia del país.
Mensaje
A Celso Piña se le llama El rebelde del acordeón, no solo por su habilidad con dicho instrumento, sino también, porque en lugar de tocar música norteña, Celso toca cumbias colombianas. Él es un referente de la contracultura en Monterrey porque va en contra de lo establecido. La película visibiliza este fenómeno social, a su vez que pone a la inseguridad y la violencia como el principal enemigo de la cultura en una nación. También aborda la falsa idea que tenemos del sueño americano, mostrandolo como una pesadilla para las personas con poco poder adquisitivo.
