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Un Hombre Irracional: Woody Allen y los “problemas” de gente privilegiada

En su más reciente película, “Un hombre irracional”, Woody Allen nos presenta a Abe Lucas (Joaquin Phoenix), un profesor de filosofía que, a pesar de su vida aparentemente ideal, está profundamente insatisfecho. A través de este personaje, Allen explora la desconexión entre el intelecto y la felicidad, enmarcando la historia con su característico estilo irónico y agudo.

La Existencia Vacía de Abe Lucas

Abe Lucas es un hombre que lo tiene todo para ser feliz según los estándares convencionales: una carrera académica en una universidad idílica, admiración de sus alumnos y colegas, y una vida rodeada de belleza y cultura. Sin embargo, Abe está sumido en una profunda desesperación. Bebe constantemente de una anforita y se muestra indiferente ante las posibilidades de romance con Rita (Parker Posey) y Jill (Emma Stone), una alumna que lo idolatra.

Allen retrata a Abe como un hombre torturado, frívolo y egoísta, reflejando su visión de que la gente exitosa e inteligente puede ser a menudo la más insoportable. Abe es incapaz de encontrar sentido en su vida a pesar de sus logros, lo que lo lleva a considerar actos extremos como el suicidio.

El Asesinato como Catalizador

El eje central de “Un hombre irracional” es un asesinato, tema recurrente en la filmografía de Allen, como se ha visto en “Crimes and Misdemeanors”, “Match Point” y “Cassandra’s Dream”. Sin embargo, a diferencia de estos filmes, donde los personajes matan para proteger sus intereses personales, Abe asesina a un juez al que no conoce simplemente para darle sentido a su vida vacía.

Este acto refleja la desesperación de Abe y su búsqueda de significado, transformando la historia en un oscuro comentario sobre la moralidad y la insatisfacción humana. Jill, en conversación con su novio y sus padres, menciona eventos traumáticos en la vida de Abe, pero estos pueden ser fabricaciones de un hombre propenso al drama y la mentira. La falta de un motivo claro para el asesinato da a la película un tono amoral y perturbador, característico del estilo de Allen.

Contraste entre la Belleza y el Pesimismo

Allen utiliza escenarios bucólicos y música alegre para contrastar con el pesimismo de Abe. Escenas como la del parque de diversiones, visualmente impresionantes, crean una ironía palpable cuando se yuxtaponen con la oscura narrativa de la película. Este contraste subraya el ridículo del pesimismo de Abe frente a su entorno espectacular.

Abe, a pesar de su vida privilegiada, se siente incompleto, lo que Allen presenta como una crítica mordaz a los problemas superficiales de las personas acomodadas. La depresión de Abe se muestra como el lujo de un hombre que no sabe apreciar lo que tiene, una burla feroz a los llamados “problemas de gente blanca”.

Narración y Crítica

“Irrational Man” no está exenta de fallas. La narración por parte de Abe y Jill a menudo resulta redundante, describiendo lo obvio en lugar de añadir profundidad a la trama. Este recurso, más que enriquecer la historia, a veces la empobrece, subrayando lo que ya es evidente en pantalla.

A pesar de estos tropiezos, Allen logra ofrecer un retrato fascinante de un hombre culto y siniestro. Abe Lucas, con su intelecto y éxito, representa las complejidades y contradicciones de la naturaleza humana. Allen demuestra una vez más su habilidad para explorar los rincones más oscuros de la mente de sus personajes, recordándonos que las mejores mentes no siempre pertenecen a personas intachables.

En “Un hombre irracional”, Woody Allen nos invita a reflexionar sobre la insatisfacción humana y la búsqueda de significado, presentando una historia que, aunque sombría, está llena de su ingenio característico y profundidad filosófica.

 

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