The Comet Is Coming: Jazz en el espacio exterior
En tiempos donde el jazz contemporáneo navega entre la nostalgia y la experimentación, pocas propuestas lograron una identidad tan contundente como The Comet Is Coming. Este trío londinense, formado por el saxofonista Shabaka Hutchings —bajo el alias de “King Shabaka”—, el tecladista Dan Leavers (“Danalogue”) y el baterista Max Hallett (“Betamax”), construyó un proyecto que desafiaba cualquier clasificación cómoda. Su mezcla de jazz, electrónica, funk y psicodelia no solo revitalizó el género, sino que lo proyectó hacia una narrativa cósmica que parecía salida de un manifiesto futurista.
La historia del grupo es tan improbable como su música. Según Betamax, todo comenzó cuando él y Danalogue, entonces parte del dúo Soccer96, notaron a un misterioso saxofonista merodeando sus presentaciones. No pasó mucho tiempo antes de que Hutchings subiera al escenario, provocando —en palabras del baterista— una “explosión de energía” que cambió el rumbo de todos. Tres días de improvisación en cinta análoga bastaron para registrar horas de música. Así nacía una banda que aspiraba a demoler cualquier ideal musical que no les sirviera para explorar otros mundos.
El nombre The Comet Is Coming proviene de una pieza del legendario BBC Radiophonic Workshop. Esa referencia, cargada de ecos de ciencia ficción, marcó desde el principio el imaginario del grupo: cristales místicos, portales intergalácticos, colores saturados y un coqueteo permanente con el cine Serie B. No se trataba de estética vacía, sino de una estrategia creativa para inventar —como decía Sun Ra— los mitos propios que una sociedad necesita para ejercer su agencia. La banda tomó esa filosofía en serio. El cristal que aparece en la portada de su EP Prophecy es, para King Shabaka, la invitación a definir por cuenta propia qué es real y qué no.
El debut del trío llegó en 2015 con Prophecy, publicado por The Leaf Label. Al año siguiente lanzaron Channel the Spirits, un álbum que no tardó en llamar la atención: fue nominado al Mercury Prize 2016 y rápidamente posicionó a la banda como uno de los proyectos más frescos del jazz británico. Su sonido —un entrecruce de improvisación, afrobeat, ecos electrónicos y un gusto evidente por el espacio exterior— hizo que The Guardian los proclamara “herederos de Sun Ra”.
Más tarde, ya firmados por Impulse!, publicaron Trust in the Lifeforce of the Deep Mystery (2019), quizá su obra más ambiciosa. La crítica los recibió con entusiasmo: The Quietus destacó la manera en que la banda usaba las influencias de Sun Ra y Alice Coltrane como combustible para acelerar su propio lenguaje. Pitchfork les concedió un sólido 7.8, reconociendo la habilidad del trío para construir atmósferas que oscilan entre lo luminoso y lo sombrío.
La trayectoria del grupo los llevó a escenarios de primer nivel como Coachella y Glastonbury. Sin embargo, en 2023 decidieron poner punto final, cancelando incluso su último concierto en Bratislava en solidaridad con Palestina. Un cierre coherente con una banda que nunca temió actuar desde la convicción.
The Comet Is Coming no solo expandió las fronteras del jazz: recordó que la música, cuando se atreve a mirar al cosmos, todavía puede descubrir lo desconocido.
