Buddy Rich, o simplemente “El Más Grande”
(Puebla de) Los Ángeles, 24 de enero de 2024 – En el vibrante escenario musical del siglo XX, la figura de Buddy Rich emerge como un titán de la batería jazzística, marcando un compás propio que resuena aún hoy. Nacido en Nueva York el 30 de septiembre de 1917, Rich se convirtió en el representante indiscutible del swing, bop y las majestuosas big bands.
Criado en el teatro y la comedia perversa
Desde sus primeros pasos en el mundo del vodevil como “Traps, the Drum Wonder” a la temprana edad de 4 años, Buddy Rich fue más que un prodigio; fue un autodidacta que fusionó magistralmente sus habilidades como músico, bailarín y cantante. Su formación inicial se forjó en el crisol del vodevil, un camino que allanó su destreza y estilo único.
En los tumultuosos días de la Guerra de Secesión, los circos y dime museums encantaban a las masas estadounidenses con rarezas y actos insólitos. En las décadas de 1800, teatros callejeros y circos ambulantes maravillaban con obras clásicas y acrobacias. Pero la verdadera revolución llegó con el vaudeville, proclamado en 1881 por Tony Pastor como “el primer teatro de vaudeville en Nueva York, abastecido de buen gusto”.
Transformando la cultura estadounidense, el vaudeville abandonó lo conservador y sexualizó cada espectáculo, atrayendo audiencias masivas y dando vida al show business, incluso incubando empresas hoy icónicas como Coca-Cola y Nabisco.
The Radio King
El descubrimiento del jazz en 1938 abrió un nuevo compás en la vida de Rich. Desde tocar con Joe Marsala hasta su periodo con Tommy Dorsey durante la histórica época de 1939 a 1945, su destreza en la batería se convirtió en sinónimo de virtuosismo. La prestigiosa firma de baterías Slingerland inmortalizó su talento con la serie de cajas “Radio King” a su nombre.
De acompañante a protagonista
A pesar de un breve paréntesis para cumplir con el servicio militar en la década de 1940, Buddy Rich se sumergió en la escena musical de los años cincuenta. Colaboró con leyendas como Charlie Parker, Lester Young, Art Tatum y Lionel Hampton, dejando su huella en la historia discográfica con álbumes como “This One’s for Basie” y “Richcraft”.
En 1966, Rich fundó una big band que se convirtió en su epítome artístico durante las dos últimas décadas de su vida. A pesar de desafíos cardiacos en 1959 y 1983, la pasión por la música lo mantuvo en escena. Su regreso como vocalista no eclipsó su dominio en la batería.
The Mr Drums
El legado musical de Buddy Rich se inmortaliza en su discografía, desde “Mercy, Mercy” grabado en vivo en 1968 hasta “Mr. Drums: Live on King Street, San Francisco” en 1985. Cada álbum es un testimonio de su habilidad para fusionar la técnica con la emoción, llevando a la audiencia a un viaje sonoro inolvidable.
El telón cayó en su vida en 1987 debido a un ataque al corazón, pero la música de Buddy Rich sigue resonando en cada golpe de tambor. Su legado perdura en el Cementerio Westwood Village Memorial Park de Los Ángeles, pero su ritmo continúa vivo, desafiando el tiempo y recordándonos que en la música, la verdadera inmortalidad se encuentra en el corazón del jazz.