El Hilo Fantasma: Anderson y Day-Lewis unidos por la obsesión y la soledad
Daniel Day-Lewis nació el 29 de Abril de 1957 en el seno de una importante familia artística de Londres, Reino Unido. Su padre era Cecil Day-Lewis, el poeta de Isabel II, su madre era Jill Balcon, una actriz de origen judío, y su abuelo materno sir Michael Balcon, un importante productor de cine.
Pese a su privilegio, su padre insistió en mandarlo a una escuela pública donde convivía con chicos de familias de clase media-baja. Sus compañeros lo molestaban por su posición económica, así que, empezó a fingir que su familia era humilde para poder encajar, desde ahí aprendió a mimetizarse. El futuro actor de método se metió tanto en su fachada de niño humilde que se metió a una pandilla de delincuentes juveniles. Su padre en consecuencia lo mandó a la prestigiosa escuela de teatro Bristol Old Vic, donde ahora, hizo creer a sus compañeros que su familia y él pertenecían a la nobleza.
El método Day-Lewis
Daniel Day-Lewis, es conocido por haber tenido uno de los métodos más sofisticados, complejos y exigentes de toda la industria. El lograba ser otra persona completamente diferente, los gestos, la voz, la postura, todo en el cambiaba cuando estaba dentro del personaje. El siempre le pedía a sus directores que le dieran un año para prepararse. Dicha preparación consistía en vivir como el personaje que iba a interpretar durante ese tiempo.
Para la película El último de los mohicanos (1992), vivió en el bosque durante 6 meses y solo comía lo que el cazaba. Para Mi pie izquierdo (1989), estuvo ocho semanas estudiando el comportamiento de los pacientes con parálisis cerebral, era alimentado por alguien más y pasó los 3 meses de rodaje en una silla de ruedas, estando en posiciones tan incomodas que se lesionó la espalda, cosa que hasta la fecha le da problemas.
Al final de cada rodaje se tomaba un descanso de 5 años, porque siempre que terminaba un trabajo no podía evitar deprimirse. Su exigente método dejaba en el repercusiones psicológicas que le eran difíciles de superar, es por ello que durante su tiempo libre se enfocaba en aprender otras cosas, como hacer zapatos con el maestro italiano Stefano Bemer. Esto le permitía olvidarse de sus roles y volver a relacionarse con la vida.
El abandono de su hijo
En 1989 conoce a la actriz francesa Isabelle Adjani. Su relación fue hermosa, tenían un hogar donde el amor por ellos y por el arte era lo primordial. Pero, esto solo duró 6 años, hasta que en 1995, cuando grababa las Brujas de Salem del dramaturgo Arthur Miller, conoce a su hija Rebecca, de quien se enamoraría profundamente. Cuando Daniel cortejaba a Isabelle, le mandaba cartas selladas con cera, pero cuando terminó su relación, lo hizo por fax. Todo se complicó cuando Isabelle le dijo que estaba embarazada. Daniel no supo qué hacer en ese momento, por lo que terminó evitando su responsabilidad y no enfrentó a Isabelle, quien terminó criando sola a su hijo Gabriel. Daniel y Rebecca se mudarían a una granja en el condado de Wicklow, Irlanda, donde criarían a sus hijos Ronan y Cashel.
Quince años pasaron, Isabelle y Gabriel tenían una relación casi simbiótica como madre e hijo. La ascendencia británica y francesa de sus padres hacía que el muchacho fuese bien parecido, cosa que lo llevó a ser modelo. El primogénito de Day-Lewis se parecía mucho a él, no solo en sus rasgos, también en su carácter. Él tenía muchas dudas y temores, quería saber porque su padre lo había abandonado, pero, también quería ser parte de su vida y ver triunfar de cerca a su padre, convivir con sus hermanos y permitirse perdonarlo. Fue por eso que decidió visitarlo en su granja, Rebecca lo recibió con los brazos abiertos, y conoció de cerca a sus hermanos Ronan y Cashel. Logró construir una relación sana con Daniel y finalmente, se volvió parte de su vida.
La soledad de Daniel
Daniel Day-Lewis y su hermana Tamasin fueron educados por un ejercito de niñeras cuando eran niños. Aunque vivían en una enorme mansión, ellos siempre debían permanecer en el piso de arriba con las niñeras para no molestar a su padre cuando trabajaba. Esta casi inexistente conexión que tenía con sus padres, Daniel, la resintió mucho. Es por eso que se mudo a una granja con toda su familia para poder estar más cerca de sus hijos, y su esposa. Pese a que abandonó a Gabriel, él no puso reparos en conocerlo. Sin embargo, todas estas heridas, las llevaría por siempre consigo, incluído a su última película, “El hilo fantasma” de Paul Thomas Anderson.
El Hilo Fantasma
El hilo fantasma nos cuenta la historia de Reynolds Woodcock, un diseñador de modas que crea vestidos para miembros de la alta sociedad. Él es una persona obsesiva y supersticiosa, todo a su alrededor debe ser perfecto, todos y cada uno de sus vestidos llevan un mensaje escrito oculto. Todo esto producto del trauma que le generó la muerte de su madre, la persona que más ha amado en el mundo.
Esta disciplina enfermiza la lleva en cada faceta de su día, cuando Johanna, ayudante de Reynolds y amante, decide que el desayuno, uno de los momentos y rituales más importantes para Reynolds, sea el escenario para reclamarle su poco afecto. Eso fue lo único que bastó para que Cyrill, la hermana y protectora de Reynolds, decida echarla de la mansión, con un bonito vestido como compensación.
Reynolds decide dar un paseo para distraerse, y al llegar a un restaurante conoce a Alma, una camarera de la cual queda cautivado e invita salir. Cuando llegan a su casa de verano, Reynolds le pide que le ayude con el modelaje para la confección de un nuevo vestido. En eso llega Ciryll, y mientras Alma está en ropa interior, Reynolds toma las medidas de su cuerpo mientras las repite en voz alta para que Ciryll vaya anotandolas. Al final de esto, Reynolds deja la habitación, Ciryll se le acerca y le dice que Alma es como le gustan a Reynolds, obesa.
Esta escena deja en claro como será la dinámica de su relación, Alma se convierte en objeto de su deseo y para su trabajo. Alma se va enamorando de Reynolds pero, él comienza a ahogarla en su estilo de vida obsesivo y totalitario. Mientras Alma al igual que Johanna, reclama un poco de afecto, Reynolds relega sus necesidades a meros caprichos insignificantes. Alma al ser mucho más joven que Reynolds es mucho más contestataría, por lo que ella conforme avanza la cinta, logra quitar de en medio a Ciryll y al ego de Reynolds, para convertirse en la amada señora Woodcock.
Daniel Day-Lewis se retira de la actuación
Después de filmar el Hilo Fantasma, Daniel Day-Lewis decidió retirarse de la actuación para siempre. Day-Lewis ayudó a Paul Thomas Anderson a escribir la película, y está muy claro que hay mucho de la personalidad del actor en la cinta. Day-Lewis, al igual que Woodcock es el mejor en su trabajo, llevando esta disciplina a niveles extremos que afectan a su salud mental. Además, al igual que Woocock, Day-Lewis estuvo marcado por haber abandonado a su hijo, comportándose peor que ese padre al que veía poco por estar obsesionado con su trabajo como poeta. Al concluir la grabación de la película, Day-Lewis y Anderson se hundieron en una profunda depresión por lo que habían creado. La soledad los unió y la soledad los separó, Daniel Day-Lewis se fue como los grandes con un papel memorable, de la mano de uno de los directores más importantes de nuestra generación, Paul Thomas Anderson. El Hilo Fantasma fue la película con la que Day-Lewis resignificó no solo su carrera, sino toda su vida.
Reynolds Woodcock: ¿Estás aquí? ¿Siempre estás aquí? Te echo de menos. Pienso en ti todo el tiempo. Oigo tu voz decir mi nombre cuando sueño. Y cuando me despierto, hay lágrimas en mi cara. Sólo te extraño. Es tan simple como eso. Quiero contártelo todo. No entiendo lo que estás diciendo. No puedo oír tu voz.