Dexter Gordon: La Resiliencia del Jazz
Dexter Gordon nació en L.A un 27 de Febrero de 1923, y dejó el mundo el 25 de Abril de 1990 a los 67 años. Siendo una de las figuras más importantes del jazz y la música, llevando los géneros del bop y hard bop hasta sus limites más creativos.
Sus años formativos
Dexter Gordon creció en un entorno familiar bastante privilegiado, donde imperaban la disciplina y la excelencia. Su padre, el Dr. Frank Gordon, fue uno de los primeros médicos afroamericanos de L.A. Su trabajo lo llevó a estar en contacto con grandes figuras del jazz, ya que él era médico de algunos musicos como Duke Ellington y Lionel Hampton. La madre de Dexter, Gwendolyn Baker, provenía de una familia para nada intimidante, ya que en su árbol genealógico había demasiados militares condecorados. Por ejemplo, el abuelo materno de Dexter era uno de los pocos afroamericanos que recibió la medalla de honor durante la Guerra Hispanoamericana. Y como casi todos los músicos destinados a la grandeza, el nació con un algo para la música, ya que desde muy pequeño comenzó con el clarinete, pasando al saxo tenor a sus 15 años.
Gordon inició su carrera como músico en bandas escolares. Demostrando también que su grandeza era magnética al conocer a Chico Hamilton y a Buddy Collette cuando aún eran unos adolescentes. Su gran oportunidad llegó con Lionel Hampton entre 1940 y 1943, aunque fue en 1943 cuando realmente comenzó a destacarse, colaborando en una grabación con Nat King Cole. Fue tras de esto que decidió mudarse a N.Y, donde tuvo oportunidad de unirse a la orquesta de Billy Eckstine, y de participar en sesiones de grabación con Dizzy Gillespie, y como es natural, siempre que se habla de Dizzy, viene acompaado el bebop.
New York, NewYork!!
Para los años 50, Dexter ya tenía 27 años. Y eso no era señal de madurez precisamente, ya que, como muchos músicos que llegaron jovenes a la fama, era un irresponsable de lo peor. Tuvo muchos problemas con la drogas, lo que lo llevó a ser encarcelado varias veces en la prisión de Chino. Para el 55 pareciese que logró poner orden a su vida y grabar un álbum enigmatico en su carrera, “Daddy Plays the Horn” y “Dexter Blows Hot and Cool”.
El renacimiento de Gordon en los años 60 fue impulsado por su asociación con Blue Note Records. Se trasladó a Nueva York y rápidamente se convirtió en una figura prominente de la escena jazzística de la ciudad. Su álbum “Go!” de 1962, grabado con Sonny Clark, Butch Warren y Billy Higgins, es considerado uno de sus mejores trabajos y un testamento de su habilidad para integrar el hard bop y el jazz modal.
Midnight in Paris
Dexter Gordon, harto del racismo que imperaba en N.Y, decidió en 1962 establecerse en Europa, encontrando en París y Copenhague un nuevo hogar. Vivió ahí 14 años, y en todo ese tiempo colaboró con músicos como Bud Powell y Kenny Drew, creando discos que se volvieron patrimonio de la humanidad como “Our Man in Paris” y “One Flight Up”. Sus grabaciones con el sello Prestige durante este período también fueron notables, destacándose “The Panther!” y “The Chase!”.
En el 76, Dexter Gordon decide perdonar a los Estados Unidos, marcando un regreso poderoso y memorable con un concierto a día de hoy recordado. Su famoso concierto en el Village Vanguard, fue inmortalizado en el álbum “Homecoming”. Su carrera recién revitalizada vino acompañada del papel protagonico en la película “Round Midnight” por la cual fue nominado a mejor actor principal en esa gala de los premios Oscar.
La vida de Dexter Gordon es un testimonio de resiliencia y pasión por la música. A pesar de las dificultades personales, su contribución al jazz es incuestionable, dejando un legado que continúa inspirando a nuevas generaciones de músicos. Su habilidad para reinventarse y su inquebrantable espíritu artístico lo convirtieron en una verdadera leyenda del jazz.