“La culpa es de los Tlaxcaltecas” ¿Cuál es la verdadera traición?
Elena Garro marcó un hito en la literatura mexicana con su cuento “La culpa es de los tlaxcaltecas”, publicado en 1964. Este relato, que forma parte del volumen La semana de colores, celebra este 2024 su 60 aniversario y continúa siendo una pieza esencial del realismo mágico y de la literatura crítica hacia la narrativa nacionalista mexicana. A través de los dilemas de Laura Aldama, la protagonista, Garro explora las tensiones de identidad, género y percepción histórica en México, temas que resuenan incluso seis décadas después de su publicación.
¿Una infidelidad?
En la historia, Laura vive entre dos épocas y realidades: el México del siglo XVI, donde se encuentra con un guerrero indígena al que llama su “primo-marido”, y el siglo XX, en el que está casada con Pablo, un hombre que representa la estabilidad de la vida moderna. Durante un viaje a Guanajuato, Laura experimenta una ruptura entre estos dos mundos al reencontrarse con su “primo-marido” en un contexto que evoca la Conquista española y los conflictos entre mexicas y tlaxcaltecas. A lo largo de la narrativa, se vislumbran tanto el estigma de la “traición tlaxcalteca” como la compleja dualidad de Laura, quien siente afinidad con su esposo del pasado sin que esto sea una infidelidad en su tiempo presente.
Este cuento no solo es un relato de amor y desencanto; también es una crítica profunda a los prejuicios históricos que pesan sobre Tlaxcala. Desde la perspectiva de Garro, la narrativa oficial ha estigmatizado injustamente a los tlaxcaltecas como traidores, recordando cómo personajes como Benito Juárez fortalecieron esa imagen para afianzar un nacionalismo que los señalaba como culpables de la derrota mexica. Esta acusación, sostenida durante siglos, se desmorona en el análisis de historiadores contemporáneos, quienes destacan que no existía una alianza formal entre mexicas y tlaxcaltecas, sino conflictos de poder. Para Garro, el cuento se convierte en una relectura de la historia y de la representación de los pueblos originarios, cuestionando las ideas de fidelidad y traición.
La mujer ¿Un ser vil? ¿O una víctima de la narrativa histórica?
“La culpa es de los tlaxcaltecas” también examina el papel de la mujer en la sociedad. Laura vive atrapada entre dos identidades, mientras carga con el peso de la traición atribuida a su pueblo y de la desconfianza con que se percibe a la figura femenina en una sociedad patriarcal. Su anhelo de escapar a un tiempo pasado y su conexión con el guerrero indígena desafían las expectativas de su época. Este acto de rebeldía representa, en palabras de Juan Villoro, una subversión de la narrativa tradicional, permitiendo a Garro cuestionar no solo el papel de las mujeres, sino también los estereotipos impuestos por la historia oficial.
La influencia de este relato trasciende lo literario e invita a reflexionar sobre la identidad mexicana contemporánea. Garro plantea que, si bien es fácil culpar a los tlaxcaltecas por alianzas antiguas, la verdadera “traición” está en no reconocer la complejidad cultural y el mestizaje que definieron a México. La Comisión Nacional de Derechos Humanos resalta que: los derechos de los pueblos indígenas deben evolucionar a la par del país, no como reliquias del pasado, sino en pro de su bienestar actual.
A 60 años de su publicación, La culpa es de los tlaxcaltecas sigue siendo una obra provocadora que incita a cuestionar los relatos oficiales y a reflexionar sobre el papel de los prejuicios en la construcción de la identidad nacional.