Carlos Averhoff: Cuba y New York
La trayectoria de Carlos Manuel Fernández Averhoff es inseparable de la historia reciente del jazz cubano. Nacido en 1947 en Matanzas y formado en el Conservatorio Amadeo Roldán, donde se graduó en 1969 con especialidad en saxofón clásico, Averhoff desarrolló una carrera llena de disciplina académica, innovación artística y compromiso sostenido con la enseñanza musical. Aprendió armonía, contrapunto, fuga, orquestación y flauta, una formación rigurosa que se reflejó en su talento como saxofonista.
Durante dos décadas fue profesor en la Escuela Nacional de Arte (ENA) de La Habana, donde impartió clases únicamente a estudiantes seleccionados por su alto potencial. También dictó talleres y clases magistrales en distintos países, lo que sellósu reputación como uno de los pedagogos más influyentes dentro del ámbito del jazz latino.
Averhoff fue uno de los miembros fundadores de Irakere, la agrupación liderada por Chucho Valdés que, junto con Paquito D’Rivera y Arturo Sandoval, abrió una nueva etapa en la música cubana fusionando jazz, ritmos afrocubanos y elementos sinfónicos. Con Irakere recibió el Grammy a la Mejor Grabación Latina en 1979 y colaboró en más de treinta producciones internacionales. También formó parte del proyecto NG La Banda, otro de los pilares en la evolución del sonido cubano contemporáneo.
Antes de emigrar a Estados Unidos en 1997, grabó dos discos bajo su nombre: Solamente con Amor en Cuba e Imágenes en Colombia. Ya instalado en Florida, completó una maestría en música por la Universidad Internacional de Florida (FIU) en 2002 y se integró a los cuerpos docentes de FIU y Miami Dade College. Su método Cromaticismo, ritmo y sincronismo, publicado por Charles Colin Publishers, ha sido adoptado en conservatorios y escuelas de música en varios países.
En 2006 grabó en Estados Unidos el álbum Jazz’Ta Bueno para Fonosound/Fonojazz/Universal. A lo largo de su carrera compartió escenario con figuras como Stan Getz, George Benson, Dizzy Gillespie, Maynard Ferguson, Chick Corea, Kenny G, Michael Brecker, Joe Henderson, Betty Carter, Airto Moreira, Flora Purim y Carmen McRae.
El legado musical de Averhoff se extiende a su hijo, Carlos Averhoff Jr., saxofonista contemporáneo que ha desarrollado un estilo propio dentro del Afro-Cuban Jazz. Nacido en La Habana y formado primero en las escuelas Manuel Saumell, Amadeo Roldán y el ISA, completó estudios en Berklee College of Music y en el New England Conservatory, ambos con honores. Críticos de All About Jazz y Latin Jazz Network lo han descrito como “una voz fresca y dinámica”, destacando su capacidad para integrar elementos de la tradición cubana con tendencias del jazz de vanguardia. Sus discos iRESI e iQba han sido reconocidos por su originalidad y por presentar un sonido identificado como “Contemporary Afro-Cuban Jazz”.
Carlos Averhoff padre falleció en Miami a los 69 años, dejando una obra que sigue influyendo tanto a músicos formados en Cuba como a nuevas generaciones de saxofonistas en Estados Unidos y América Latina. Su vida profesional combinó con rigor la creación artística y la docencia, dos pilares que definieron una de las carreras más sólidas del jazz latino moderno.
