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Oído absoluto ¿Existe algo así?

El oído absoluto, esa asombrosa capacidad de nombrar y reconocer notas sin referencia externa, ha fascinado a músicos y científicos durante mucho tiempo. Desde identificar notas en varios instrumentos hasta cantar sin referencia, quienes poseen esta habilidad demuestran su destreza en diversas formas.

Dos tipos de oído absoluto

Según el New Grove Dictionary of Music and Musicians, el musicólogo Richard Parncutt y el psicólogo Daniel Levitin delinean dos tipos de oído absoluto: el pasivo y el activo. El primero permite identificar notas e incluso reconocer la tonalidad de una composición, mientras que el segundo habilidades como cantar cualquier nota solicitada sin referencia, siendo una rareza con solo un poseedor por cada 10,000 personas en Estados Unidos.

En un nivel aún más fino, el oído absoluto muy fino permite reconocer sutiles variaciones en la afinación, una habilidad excepcionalmente rara. Algunos músicos con este oído pueden detectar desafinaciones mínimas, mostrando la increíble precisión de esta capacidad.

Una habilidad más presente en el reino animal

Contrario a la creencia común, el oído absoluto no es exclusivo de los humanos dedicados a la música. Pájaros cantores y lobos también exhiben esta habilidad, indicando que va más allá de la experiencia musical. Los estudios sugieren que es más una cuestión cognitiva y lingüística que musical, con paralelos en reconocer colores o fonemas.

En el ámbito lingüístico, el oído absoluto se destaca en hablantes de lenguas tonales, como el chino y el vietnamita. Se ha observado que la “sordera tonal” es rara entre estos hablantes, sugiriendo una conexión entre la habilidad musical y la lengua hablada.

¿Se nace o se hace?

La pregunta fundamental persiste: ¿es el oído absoluto innato o cultivado? Algunos científicos buscan correlaciones genéticas, mientras que otros apoyan la “teoría del desaprendizaje”, sugiriendo que todos nacemos con esta habilidad y la perdemos con el tiempo debido a cambios en el procesamiento cognitivo.

A lo largo de la historia, se han intentado diferentes métodos para enseñar el oído absoluto, con resultados mixtos. Aunque algunos métodos parecen efectivos en niños de 2 a 4 años, el éxito disminuye en niños mayores, respaldando la teoría de un “período crítico” para aprender esta habilidad.

Los contras de este poder

Sin embargo, el oído absoluto no está exento de desafíos. Los poseedores pueden enfrentar dificultades al adaptarse a tonalidades diferentes o al tocar con conjuntos no afinados al estándar. Es esencial un cuidadoso entrenamiento para desarrollar tanto el oído absoluto como el relativo.

En resumen, el oído absoluto, esa maravillosa facultad de percibir y nombrar notas sin referencia, es una habilidad intrigante que va más allá de la música. Desde el pasivo hasta el muy fino, su presencia en diversas culturas y su conexión con el lenguaje revelan capas fascinantes de nuestra percepción auditiva.

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