Tino Contreras: Un Pilar del Jazz Mexicano
En Chihuahua el 3 de Abril de 1924, vendría al mundo Fortino Contreras González, conocido en el panorama del jazz mexicano como Tino. Fue un innovador y pionero del jazz en México, durante los años 50. Aunqe destacó como baterista, Tino era multiinstrumentista, dominando la trompeta, el piano y la voz, lo que le daba a su vez tablas para comoponer sus propias canciones. Su habilidad lo llevó a grabar multiples canciones en Estados Unidos, Francia, España, Alemania, Inglaterra, Argentina y obviamente en México.
Su familia
Tino estaba destinado a la música, ya que su arbol genealógico está transcrito entre partíturas. Su abuelo Antonio Contreras era violinista, y pianista que trabajaba en la Sinfónica de Durango, su tío Fortino también componía, y su padre, Miguel, también dominaba el violín y la batería. Su tío y su padre fueron quienes más arraigaron el jazz a su sangre, ya que formaron la primer orquesta de jazz en Chihuahua llamada “Ok Jazz Band. Desde los ocho años Tino se enamoró de este genero, por lo que, a los 17 años, él y su hermano Efrén formaron “Los Cadetes del Swing”.
Su paso por la república
La forma en que Tino logró ascender a la esfera pública de la música, fue trasladandose a Ciudad Juárez, donde creó “La Orquesta de la Juventud”, ganandose un lugar en la radio XEJ. Esto le permitió tener la confianza y experiencia necesaria para ir a la CDMX, y formar parte de la prestigiosa XEW, y las caravanas artísticas de Paco Miller, donde acompañó a figuras como María Victoria y Pedro Infante. A principios de los años 50, Tino se unió a la Orquesta de Luis Arcaraz, realizando giras por Cuba, Venezuela y otros países de América Latina.
El Primero
No decimos que Tino fue pionero solo porque si. En 1954, participó en la creació del primer disco de Jazz mexicano, llamado “Jazz en México” (muy creativos no eran con los nombres, eso si). A lo largo Tino produjo obras que más arriesgados que fusionaron el jazz con otros géneros, como “Volado por los Merengues” (1953), “Jazz Ballet” (1963) y “Misa en Jazz” (1966). Estas composiciones introdujeron por primera vez el jazz mexicano en el Palacio de Bellas Artes.
Sus colaboraciones internacionales incluyeron trabajos con músicos en Europa y América Latina, y fue el primer músico mexicano en grabar jazz en varios países europeos. Tino también exploró la fusión del jazz con géneros tradicionales mexicanos, como en “Jazz Mariachi” (1974) y “Quinto Sol” (1978), donde incorporó instrumentos prehispánicos.
Su setlist se compone de 47 discos, y su nombre estuvo en carteles de giras por todo el mundo. En 2011 la Sociedad de Autores y Compositores de México le otorgó el premio “Trayectoria 50 Años y más”. En 2012, su casa, Chihuahua, y el Instituto Chihuahuense de la Cultura lo reconocieron por su contribución de 60 años a la música de jazz.
Tino Contreras no solo dejó una marca indeleble en el jazz mexicano, sino que también influenció a nuevas generaciones de músicos a través de sus métodos bilingües de enseñanza musical. Su pasión y dedicación a la música continuaron hasta su fallecimiento el 9 de septiembre de 2021, a la edad de 97 años. Su legado, sin embargo, perdura, recordándonos la riqueza y diversidad del jazz mexicano y la creatividad ilimitada de Tino Contreras.