Andrés Calamaro: Un Ícono del Rock Argentino y Español
Andrés Calamaro, nacido el 22 de agosto de 1961 en Buenos Aires, es un renombrado cantautor, músico, compositor y productor discográfico argentino. Con una carrera que abarca varias décadas, Calamaro se ha consolidado como una figura esencial del rock en español, destacándose tanto en Argentina como en España.
Sus inicios
Desde muy joven, Andrés mostró un interés profundo por la música. Su primer instrumento fue un bandoneón, que recibió a los ocho años. A los trece, se volcó a la guitarra eléctrica y al piano, instrumentos que aprendió a tocar con la ayuda de su maestro Osvaldo Caló. Su carrera profesional comenzó en Uruguay, donde fue teclista del grupo Raíces, grabando su primer disco con ellos.
En 1980, Calamaro se unió al Dickinson Power Trio como teclista, lo que lo llevó a Los Ángeles, Estados Unidos. Aunque la experiencia no tuvo el éxito esperado, fue un periodo formativo importante. De regreso en Buenos Aires, formó parte de la Chorizo Colorado Blues Band y Elmer’s Band, proyectos que reflejaban su inclinación hacia el rock.
Los Rodriguez
La carrera de Calamaro tomó un giro significativo cuando se unió a Los Abuelos de la Nada en 1982. Bajo el liderazgo de Miguel Abuelo, la banda se convirtió en un pilar del rock argentino. Con Los Abuelos, Andrés no solo demostró su destreza musical sino también su talento como compositor, contribuyendo con temas icónicos como “24 horas” y “Mil horas”. Durante este periodo, también lanzó su primer disco en solitario, “Hotel Calamaro”, producido por Charly García.
En 1990, Calamaro se trasladó a España, donde formó Los Rodríguez junto a Ariel Rot y Julián Infante. Con esta banda, alcanzó un éxito masivo, lanzando álbumes como “Buena suerte”, “Sin documentos” y “Palabras más, palabras menos”. Canciones como “Dulce condena” y “Para no olvidar” se convirtieron en clásicos, consolidando a Los Rodríguez como una de las bandas más importantes del rock en español.
La disolución de Los Rodríguez en 1996 no detuvo a Calamaro, quien continuó su carrera en solitario. En 1997, lanzó “Alta suciedad”, uno de sus discos más exitosos, que incluía temas como “Flaca” y “Loco”. Este álbum lo llevó a nuevos niveles de popularidad y reconocimiento. En 1999, lanzó “Honestidad brutal”, un álbum doble con 37 canciones que reflejaba una etapa intensa y creativa en su vida.
Su carrera solista
El año 2000 fue otro punto alto en su carrera con el lanzamiento de “El salmón”, un ambicioso proyecto de cinco discos que contenía 103 canciones. Este proyecto monumental es testimonio de su prolífica capacidad creativa y su dedicación a la música. A pesar de la recepción mixta, “El salmón” es considerado una obra importante en su discografía.
Después de un periodo de relativa inactividad, Calamaro regresó en 2004 con “El cantante”, un disco de versiones de boleros y canciones latinoamericanas, que reafirmó su versatilidad y habilidad para reinventarse. En 2005, recibió el Premio Konex de Platino como el mejor autor-compositor de rock de la década.
Calamaro ha continuado produciendo música y realizando giras, manteniendo una presencia constante en la escena musical. Su capacidad para fusionar diversos géneros y su talento como compositor han asegurado su lugar como una de las figuras más importantes del rock en español. A lo largo de su carrera, ha colaborado con una multitud de artistas y ha influido en generaciones de músicos en Argentina y España.