El gran Jaco Pastorius y su habilidad con el bajo
Jaco Pastorius, el legendario bajista de jazz, nació en Norristown, Pensilvania, el 1 de diciembre de 1951, en una familia con profundas raíces musicales. Hijo de Stephanie Haapala y Jack Pastorius, este prodigio musical fue bautizado como John Francis Pastorius III. Su abuelo, John Francis Pastorius I, también era músico, dejando una marca indeleble en la familia.
La infancia de Jaco estuvo marcada por su conexión con la música
Influenciado principalmente por su padre, un reconocido baterista. A los seis años, subió al escenario junto a su padre, interpretando “Come Fly With Me” de Frank Sinatra, dejando claro su inmenso potencial.
La mudanza de la familia a King of Prussia fue el comienzo de una nueva etapa para Jaco, apodado cariñosamente “Jocko”. Sus padres, amantes del jazz, influyeron en sus gustos musicales, guiándolo hacia las “Big bands”. Su temprano interés por la música se combinó con su pasión por el béisbol, donde destacó como jugador estrella desde una edad temprana.
De la batería al bajo. Del bajo a la historia
A pesar de los desafíos familiares y las ausencias de su padre debido a la vida musical y problemas con el alcohol, Jaco encontró su propia voz musical. Su incursión inicial como baterista se vio truncada por una lesión en la muñeca izquierda a los 13 años, llevándolo a descubrir su afinidad por el bajo mientras observaba a Fish Ray, un músico caribeño.
El cambio de instrumento marcó el inicio de una carrera extraordinaria. Desde formar su primera banda, “The Sonics”, hasta su tiempo en “Las Olas Brass”, Jaco Pastorius demostró su versatilidad. Su encuentro con el bajo ocurrió de manera inesperada, comprándolo por 15 dólares en una casa de empeño después de la lesión en su muñeca.
Y llega The Weather Report
La consagración de Jaco Pastorius llegó en 1975 con el lanzamiento de su álbum solista homónimo, aclamado tanto por la crítica como por sus colegas. Su conexión con el grupo Weather Report y el reconocimiento mundial consolidaron su estatus como uno de los mejores bajistas de todos los tiempos.
Preso de su propia mente
Sin embargo, la vida de Jaco también estuvo marcada por desafíos personales. A partir de mediados de 1982, luchó contra trastornos mentales y el diagnóstico de manía depresiva. Rehusando tratamientos, se sumió en una espiral de autodestrucción, enfrentando la pérdida de su famoso bajo Fender Jazz Bass y episodios caóticos.
El fatídico 11 de septiembre de 1987, Jaco Pastorius sufrió un trágico destino al intentar sabotear un concierto. Golpeado brutalmente, quedó en coma y, días después, un derrame cerebral acabó con su vida. Su legado perdura en la historia del jazz, recordándolo como un innovador, virtuoso y pionero que desafió tanto los límites de la música como los personales.