Experiencia: Alegato al padre
Polémico, descarado, mordaz y muy divertido, la obra del británico Martin Amis (1949-2023) es una que engancha al lector desde sus primeras líneas; hijo del también polémico, descarado, divertido y, en este caso muy etilico, Kingsley Amis (1922-1995), Amis surge a mediados de los años 70 cómo el perfecto enfant terrible dentro de la llamada generación Granta que alumbró a otras figuras esenciales en la literatura cómo lo son Salman Rushdie, Ian McEwan, Julian Barnes y el Nobel Kazuo Ishighuro, desde el inicio Amis destacó con una obra que traslada con modales de la picaresca los problemas de la contemporaneidad desde su debut en El libro de Rachel (1973) continuando su prolífica bibliografía con obras cómo ese apocalipsis nihilista que es Campos de Londres (1989) y esa obra maestra maldita llamada Dinero (1986).
Pero es en Experiencia (2000) que al bajar la guardia nos muestra una especie de manual de instrucciones de lo que sería el motor de su obra.
Autobiografía precoz y radiografía de los convulsos años 60 en Inglaterra, aquí lo que hace Amis al narrarse a si mismo cómo un largo alegato al padre. Porqué si, Kingsley Amis era un gran novelista pero también un alcohólico impenitente, mujeriego voraz (cuya única educación sexual a sus hijos fue regalarles una tira de condones al entrar a la adolescencia), izquierdista rabioso en su juventud (para pasarse a la extrema derecha pasando la cincuentena) y figura ausente que parecía más preocupado en generar su fama que en estar en casa. Esto narrado con el humor y sordidez marca de la casa pero también con la ternura y dolor de aquel que descubre, tardiamente, haber tenido una hija en su juventud mientras intenta hacer sentido de cómo ese cariño que el siente no lo pudo tener de su padre.
Divertido, si, pero también doloroso.
Y esto siendo alta y entretenida literatura.
¿Qué escuchar?
Y mientras Martin Amis crecía, The Beatles alcanzaban la madurez en el formidable Rubber Soul de 1965; primera gran obra maestra del cuarteto de Liverpool e inspirada en lo que hacía en América ese genio que fue Brian Wilson (1942-2025), este es el disco donde los Beatles dejan de ser populares para convertirse en trascendentales, reinventando lo que venía haciendo con temazos del calibre de Drive my car, Michelle y esas cumbres de la canción popular que son Norgewian Wood e In My life.
Y eso que lo mejor estaba por venir.
