Sketches of Brunswick East: La unión del rock psicodélico y el jazz
King Gizzard & the Lizard Wizard es una banda extraña por decirlo amablemente. Extraña tanto para bien como para mal. Son creadores de experiencias auditivas que hasta para la persona más obsesionada con el sonido pueden resultar en algo tedioso. Con apenas 13 años de existencia, la banda ha grabado 25 álbumes de estudio. En 2017 llegaron a grabar hasta 5 discos que forman parte una sola obra conceptual que habla sobre el fin del mundo. En otra canción hicieron un álbum microtonal llamado Flying Microtonal Banana, en el que intervinieron mecánicamente sus instrumentos para que sonaran similar a la Baglamá o a la Zurna, instrumentos tradicionales de Medio Oriente. A esta banda lo que le sobra es creatividad, ambición y valor, ya que sus canciones siempre se mueven entre ser obras maestras o basuras vomitivas.
Y como es propio de cualquier genio creativo que jamás conoció el miedo a la critica, los actos en vivo de King Gizzard & the Lizard Wizard son experiencias que mueven fibras nerviosas en lo más profundo de tu alma. El 90% de sus canciones fueron hechas para ser tocadas en vivo, y que dan brecha libre para la improvisación, además de ser tremendamente divertidos.
Sketches of Brunswick East
La idea un álbum de Jazz improvisado surgió después de la realización de Flying Microtonal Banana, y comenzó a tomar forma cuando Stu Mackenzie, el vocalista principal de la banda, dejó que Alex Brettin de Mild High Club viviera con él por algunas semanas (son artistas de rock, por favor no pregunten). Durante su estadía, crearon los bocetos (de ahí el nombre) de lo que sería el concepto y el sonido del álbum.
El álbum también tiene como influencia principal a Sketches of Spain de Miles Davis. Este es uno de los álbumes más agradables al oído que tiene la banda, sin dejar de lado todo el virtuosismo caótico propio de una Jam Session.