¿Qué escuchar?
De 1972, punkie con influencias del jazz y producido por ese fan confeso llamado David Bowie, Transformer es quizá uno de los discos más libres y esenciales que ha dado la música popular. Obra maestra esencial donde conviven (por mencionar algunos) Warhol, la Factory, travestis, junkies, heroína, mujeres despechadas, días en el parque y declaraciones de amor, en este disco Reed (quien alguna vez declaró el Change of the Century de Ornette Coleman cómo su disco favorito) conjuga la ternura y lo sórdido teniendo los bajos mundos cómo escenario para esas letras más cercanas a la literatura que al top 40.
Esa obra mayor llamada Walk on the wild side (tributo a los freaks que pululaban a Warhol), la resaca zen de Perfect Day, el amor tan libre de Satellite of Love el jugueteo de la tuba y la trompeta al fondo de Make up y cerrando con esa despedida llena de cinismo y ternura que es Goodnight, Ladies, esta obra coronó a Reed en lo más alto de las listas de popularidad, además de abrir los oídos del público a otro tipo de historias y ritmos cobijados bajo el engañoso nombre de rock y pop.
