Antonio Sánchez: Destruye fronteras con SHIFT (Bad Hombre Vol. II)
Antonio Sánchez, uno de los bateristas más reconocidos del jazz contemporáneo y cuatro veces ganador del Grammy, sorprendió al mundo en su trayectoria musical con la creación de SHIFT (Bad Hombre Vol. II). Este álbum marcó una nueva etapa en la carrera del músico mexicano, quien ha explorado profundamente las posibilidades creativas de su instrumento y las diversas influencias que lo han formado.
Después de haber sido el artífice de la banda sonora de Birdman, la obra de Alejandro González Iñárritu que lo catapultó a una mayor notoriedad fuera del ámbito del jazz, Sánchez continuó su camino hacia una expresión artística más amplia. SHIFT (Bad Hombre Vol. II) no es simplemente un álbum de jazz. Es una fusión de sonidos, géneros y voces, una mezcla de lo que el propio Sánchez define como “música en Technicolor”, en la que se siente libre para explorar nuevas capas sónicas.
El álbum reúne a una impresionante variedad de artistas de diferentes géneros y países. Desde el innovador Trent Reznor y Atticus Ross, hasta voces emergentes como la mexicana Silvana Estrada y la versátil Ana Tijoux, pasando por la cantante Kimbra y el dueto Rodrigo y Gabriela. Cada colaboración aporta un elemento único, lo que permite que SHIFT sea un mosaico sonoro diverso y experimental.
Sánchez, quien se considera un músico de jazz de corazón, quiso romper las barreras del género y llegar a audiencias más amplias. En sus propias palabras, el público del jazz es fiel, pero también está disminuyendo con el paso del tiempo. Por ello, su intención con SHIFT fue crear un puente entre el jazz y otros géneros como el rock, el pop y la música alternativa, permitiendo que su sonido resuene con un público más joven.
Lo que hace a SHIFT particularmente especial es que cada pieza tiene un enfoque y origen diferente. Algunas canciones ya existían en forma de maquetas o lanzamientos previos de los artistas involucrados, mientras que otras fueron escritas específicamente para este proyecto. Sánchez se encargó de reimaginar cada una, colocando a la batería y las voces en el centro de la producción. Es el caso de “The Bucket”, donde Becca Stevens musicaliza un texto de Sterling Cunio, un preso estadounidense que escribió sobre su experiencia en prisión. Este enfoque refleja el interés de Sánchez por la justicia social, un tema que ya había abordado en su primer álbum Bad Hombre (2017).
El proceso de creación fue, en muchos sentidos, solitario. Sánchez no buscaba la aprobación de sus colaboradores a mitad del trabajo; prefería presentarles el resultado final de su reimaginación. Esto sucedió, por ejemplo, con Trent Reznor, cuyo trabajo fue transformado en una compleja y rica pieza musical gracias a las múltiples capas de batería y otros instrumentos que Sánchez añadió.
Otro aspecto emotivo del álbum es la inclusión de la voz de su abuelo, Ignacio López Tarso, una leyenda del cine mexicano. Sánchez la incorpora en el inicio y cierre del disco, creando un hilo conductor que conecta su herencia familiar y cultural con su exploración artística actual. Para Sánchez, escuchar la voz de su abuelo en este contexto es profundamente significativo, pues simboliza la culminación de un viaje que comenzó desde su niñez, influenciado por el amor a la música que heredó de su madre, también ligada al arte.
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SHIFT (Bad Hombre Vol. II) es una obra que desafía categorizaciones. No es un álbum de jazz, pero tampoco se limita a ningún otro género. Es una muestra del amplio espectro sonoro que Antonio Sánchez ha sabido construir, moviéndose entre lo tradicional y lo experimental, siempre con la batería como su centro gravitacional. El álbum es un testimonio de su deseo de explorar, crear y, sobre todo, conectar con nuevas audiencias a través de su incesante búsqueda artística.
